¿Son las pilas de combustible el futuro en los cruceros?
Patrocinado por el Ministerio Federal de Transporte e Infraestructura digital (en la actualidad Ministerio Federal de Medios digitales y Transporte), AIDA Cruises está probando en el AIDAnova la utilización de un sistema de pila combustible de metanol, fabricado en Meyer Werft GmbH & Co. KG, con el apoyo de ROBUR Industriemontagen GmbH.
Un mejor equilibrio ambiental también es preponderante para AIDA Cruises, si bien, los cruceros se encuentran frecuentemente en el foco de las críticas cuando se trata de emisiones de CO2. Con el proyecto Pa-X-ell2, en el AIDAnova se efectúan por primera vez en el mundo pruebas sobre la utilización de pilas de combustible para la generación de energía en cruceros.
Pero, ¿qué es en realidad una pila de combustible? En un principio nada donde se realice realmente combustión. Más bien habría que imaginarse como una clásica batería de automóvil. Polo positivo y negativo y, en medio, un líquido con contenido en plomo que almacena energía hasta que la misma se libera por la extracción de corriente. Si bien, las modernas pilas de combustible pueden almacenar mucha más energía que las tradicionales baterías de plomo. En ellas se almacena, concretamente, hidrógeno (H2), y cuando se «extrae» energía, éste se une con oxígeno (O2) y forma agua (H2O).
El problema: El hidrógeno puro es, en el sentido más real de la palabra, extremadamente peligroso dado que es explosivo. Un depósito con hidrógeno puro sería, prácticamente, una bomba sin detonador, pero no menos peligroso. Por ello, aquí se utiliza un truco: El hidrógeno puro se mezcla con metanol. Esta mezcla es mucho menos peligrosa y, por lo tanto, se puede almacenar y transportar más fácilmente.
Pero ¡cuidado!, metanol enriquecido con hidrógeno no quema con tanta rapidez como el hidrógeno puro pero sus vapores son, lamentablemente, tóxicos. Precisamente en este punto es donde se requiere la experiencia y los conocimientos técnicos de los especialistas de ROBUR INDUSTRIEMONTAGEN: tuberías, estancas al cien por cien y que dan la señal de alarma en el caso de que se presente una fuga, por cualquier motivo. Para ello, en septiembre de 2021 se tendieron en mar abierto, ancladas cerca de Tenerife, 90 metros de tuberías revestidas de alta seguridad, las cuales vinculan ahora los depósitos de hidrógeno-metano con las pilas de combustible. Un reto, tanto desde el punto de vista logístico como de organización, el cual superaron soberanamente las compañeras y los compañeros.
El sistema de pilas de combustible operado con metanol ya ha recibido un «Approval in Principle» (una especie de «permiso de operación general») de la sociedad de clasificación DNV GL (una especie de «ITV» para barcos). Con ello se han tendido las vías decisivas para otras pruebas.
La técnica de «pila de combustible» en sí no es nueva. Desde hace más de 15 años, en los submarinos se genera electricidad sobre la base de pilas de combustible. Nueva y absolutamente en los inicios de su desarrollo es la producción industrial del hidrógeno necesario. Este se genera con ayuda de electrolisis que «descompone» el agua en hidrógeno y oxígeno. Un proceso químico que, lamentablemente, también necesita mucha energía. Por su parte, para un balance climático positivo se necesita el llamado «hidrógeno verde», es decir, hidrógeno generado con energías renovables. Este «hidrógeno verde» todavía es muy escaso en la actualidad, si bien, la investigación, el desarrollo y la creación de capacidades de producción avanzan a marchas forzadas en muchos lugares.
Por ello, en el AIDAnova, de momento, esa tecnología «solo» se utiliza para la generación de electricidad y calor. Esto ahorra ya en la actualidad mucho CO2, pues se descargan los motores diésel que, en otro caso, producían la corriente eléctrica necesaria mediante generadores. Si bien, las pilas de combustible todavía no son adecuadas como proveedoras de energía para la propulsión de grandes barcos. Al menos no mientras no se disponga de «hidrógeno verde» en las grandes cantidades requeridas.
Con independencia de ello, ROBUR se alegra de que, con su experiencia y conocimientos técnicos, se haga una aportación al cambio energético sostenible y a la aspirada neutralidad climática.