¿Queda claro?
GESA Elektrotechnik GmbH lleva décadas construyendo y realizando el mantenimiento de depuradoras y otras plantas. Esto parece fácil, pero solo a primera vista, ya que el arte de la depuración está sujeto a la interacción interdisciplinaria de química, mecánica, construcción, ingeniería mecánica y electrotécnica, y, cada vez más, a la implementación de requisitos de sostenibilidad y, a ser posible, un balance energético positivo.
«A veces hay que poder decir que no», explica Thomas Cordes, procurador y miembro de GESA desde hace 21 años. «Al final del proyecto, todos tienen que haber ganado dinero, incluso todos los subcontratistas. Esto requiere un plan claro en todos los gremios en lo que a la gestión del proyecto se refiere y, a ser posible, mucha experiencia. Además, se requiere otra cosa: resistencia, una piel dura y una predisposición a hablar mucho».
La perseverancia y la resiliencia son los factores de éxito, combinados con una mirada constante al presupuesto y los costes calculados. Naturalmente, la experiencia resulta de gran ayuda. Los proyectos como el de una depuradora alcanzan rápidamente los millones y hay que coordinar a decenas de colaboradores. Muchos empleados provienen de todos los países del mundo, lo que dificulta enormemente la comunicación. «Un sí no siempre significa sí, no cabe duda. Por eso, hay que asegurarse de que el resultado del trabajo y el proceso realmente se comprendan», destaca el experimentado jefe de proyecto Cordes. «Es mejor insistir que darse cuenta después de que ha habido un malentendido que va a costar mucho tiempo y dinero». Una depuradora es un proyecto asombrosamente complejo. Las aguas residuales se deben limpiar las 24 horas del día con un procedimiento seguro para eliminar los contaminantes más dispares. Aquí se combinan procesos físicos, químicos y biológicos. Se usan tanto filtros como bacterias que se mantienen vivas. Los gases de digestión que se generan se utilizan para producir energía mediante centrales de cogeneración o para calentar las instalaciones. Hoy en día, las depuradoras modernas ya son casi autosuficientes en este sentido. A pesar de ello, los sistemas de alimentación de emergencia garantizan que haya suficiente energía en caso de emergencia para el tratamiento del agua.
En la construcción de las plantas, los distintos estándares de las máquinas suelen ser todo un desafío, ya que, a fin de cuentas, todas se tienen que controlar a través de una subestación. Las licitaciones internacionales independientes de los fabricantes para el equipamiento requieren que se utilicen varios fabricantes con diseños, lógicas y módulos de control totalmente distintos. Una tarea fundamental de GESA es interconectar todos los módulos y hacerlos controlables por medio de una subestación. Para ello hay que tener las máquinas, las mediciones, la electrotecnia y el software bajo control, así como programar muchas interfaces y, lógicamente, no descuidar la seguridad informática. De hecho, las depuradoras también pueden ser el objetivo de ciberdelitos o de ataques terroristas.
Los requisitos relativos a la protección climática, las nuevas tecnologías y la transformación digital, con todas sus posibilidades, son cada vez más elevados y hacen que nuestra labor nunca sea aburrida; al contrario. El trabajo es exigente, sí, pero muy estimulante. Así que, ¡todo claro!», concluye el experto de 54 años.