Incluso los portadores de agua requieren alguna que otra revisión.
Un proyecto que parece fácil a primera vista, pero que, en realidad, reviste gran complejidad: la revisión estándar de una bomba de cuerpo tubular de 20 años de antigüedad. Este es el día a día de los compañeros y compañeras de FLUIDSERV.
Con 8 impresionantes metros de largo, un diámetro de aproximadamente 1,5 metros y más de 20 toneladas de peso, nuestro portador de agua tiene un caudal de unos 8000 m3 por hora con una altura de 45 metros. Esto equivale al llenado de unas 1000 bañeras por minuto. Desde su puesta en marcha en 1999, la tarea de la bomba de cuerpo tubular de montaje vertical es transportar agua refrigerada desde una torre de refrigeración de vuelta al circuito de proceso, una tarea interminable para una bomba de cuerpo tubular robusta con una calidad de alto rendimiento.
Solo para el desmontaje ya se necesita una semana. El cliente debe asegurarse de aislar, secar y limpiar el pozo de la bomba, y los electricistas tienen que desacoplar el motor eléctrico. A continuación, hay que extraer el motor a través del techo de la estación de bombeo, que se puede abrir y que, en la mayoría de los casos, está diseñado para ello, para luego elevarlo con una grúa para cargas pesadas. Solo el motor ya pesa varias toneladas. Después, se debe elevar el resto de la bomba y transportarlo todo al taller de FLUIDSERV.
Para que la actividad pueda continuar, se tiene que montar una bomba de sustitución in situ,
que asumirá la tarea de la bomba original durante la revisión de esta.
En el taller de FLUIDSERV se debe desarmar y limpiar toda la bomba para que se puedan inspeccionar y estudiar todas las piezas con gran precisión. El resultado es un informe exhaustivo con recomendaciones sobre qué medidas se deben tomar durante el mantenimiento para que la bomba se pueda seguir utilizando de forma segura en los próximos años. El informe se discute ampliamente con el cliente en FLUIDSERV o por videoconferencia. Las medidas de mantenimiento acordadas se calculan, se presentan y, finalmente, el cliente las contrata. Si se requieren piezas de recambio especiales, el plazo de entrega puede ser más largo. Por eso, según el jefe de distribución Thorsten Nilles, no es raro que el plazo sea de entre tres y cinco meses, siendo en este caso de unos cuatro meses.
En cuanto ha terminado el mantenimiento de todas las piezas, se lleva a cabo el transporte de regreso, el desmontaje de la bomba de sustitución, el montaje de la bomba revisada y la nueva puesta en marcha en colaboración con el cliente. Estos trabajos suelen durar una o dos semanas. Normalmente, la bomba puede seguir funcionando durante un periodo de entre diez y quince años más hasta la próxima revisión. Una gran tarea; el día a día de FLUIDSERV; para la satisfacción del cliente.